Este lunes, Evo Morales, expresidente de Bolivia, dio a conocer una serie de propuestas económicas con el objetivo de enfrentar la difícil situación que atraviesa el país. Su plan incluye una mezcla de reformas fiscales, incentivos para la inversión, y medidas para fortalecer la producción y exportación nacional. Morales hizo hincapié en la necesidad de una alianza público-privada, la cual, según él, es crucial para fomentar la confianza entre ambos sectores y estimular la inversión productiva en Bolivia.
Una de las piezas centrales de la propuesta de Morales es una reforma tributaria destinada a incentivar las inversiones, especialmente en el ámbito agropecuario. Con esta reforma, sugiere una reducción temporal del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para los productos agrícolas nacionales, llevándolo a cero, lo que podría representar un fuerte impulso para los productores locales. Además, plantea una disminución del 50% en el IVA para la importación de maquinaria agrícola y agroquímicos, con el fin de modernizar y aumentar la eficiencia en la producción de alimentos.
Morales también abordó la necesidad de equilibrar la balanza comercial del país. En este sentido, sugirió la limitación de la importación de bienes de lujo y ciertos alimentos procesados, como las conservas, con el objetivo de proteger y promover la producción boliviana. Según Morales, estas medidas ayudarían a inyectar dinero en la economía nacional, generando movimiento y oportunidades en sectores clave.
En cuanto a la política crediticia, Morales se mostró crítico con las actuales tasas de interés, proponiendo una reducción significativa para facilitar el acceso a créditos “blandos”. Esto, según el expresidente, permitiría a los pequeños y medianos empresarios acceder a financiamiento más asequible, lo cual es esencial para reactivar la economía del país. Además, planteó la necesidad de que los bancos condonen los intereses de las deudas acumuladas durante la pandemia, o al menos un 50% de estos, como una forma de apoyo solidario a los ciudadanos que enfrentan dificultades financieras desde entonces.
El tema de la biotecnología también estuvo presente en la propuesta de Morales. El expresidente subrayó la importancia de modernizar la producción agrícola mediante el uso de semillas transgénicas, destacando que esta tecnología puede mejorar la productividad y la resistencia a condiciones climáticas adversas, como la sequía. También defendió la ampliación de la producción de alimentos para que Bolivia pueda competir más efectivamente con sus vecinos en el mercado internacional. Morales sugirió liberar la exportación de productos clave como la carne y la soya, lo cual podría abrir nuevas oportunidades para los productores bolivianos en el mercado global.
En el ámbito energético, Morales hizo un llamado a incrementar la producción de caña de azúcar con el fin de generar etanol, un biocombustible que podría jugar un papel importante en la diversificación energética del país. Lamentó que en Bolivia solo se permita una mezcla del 12% de etanol en la gasolina, cuando en otros países esta proporción alcanza el 25%. Morales instó a que se consideren ajustes en esta normativa para aprovechar mejor los recursos energéticos nacionales.