Después de que el año pasado la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) determinara la existencia de barreras a la competencia en el mercado de procesamiento de pagos con tarjeta, la Asociación de Agregadores de Medios de Pago (Asamep) ve signos positivos por parte de las autoridades en este asunto.
Miryam Cosío, presidenta de Asamep, explica en una entrevista que tras la resolución de la Cofece y las reuniones con autoridades de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y del Banco de México (Banxico), hay indicios de que se seguirán las recomendaciones y se actuará en consecuencia.
Destaca también el papel del grupo de innovación financiera liderado por el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, que está impulsando políticas públicas para generar un cambio significativo en el ecosistema.
«Estas son señales alentadoras porque se necesita la colaboración de las autoridades para resolver este problema, como lo han hecho otros países. ¿Qué vemos ahora? Es muy prometedor. Los cambios no ocurrirán este año debido al cambio de gobierno, pero sí vemos un gran interés en establecer políticas para el próximo sexenio», enfatiza.
Añade que si se implementan correctamente, en un sexenio se podría alcanzar lo que otros países de la región han logrado.
Persiste el rezago
Cosío destaca que en 2022 había cerca de 5 millones de Terminales Punto de Venta (TPV) en el país, de las cuales el 75% eran de agregadores.
«En los últimos años, la banca se ha estancado y ha dejado de crecer. Se están centrando más en los grandes comercios (…) nos han dejado la tarea de expandir la red, lo que indica que aún hay mucho por hacer», subraya.
Sin embargo, señala que la penetración de los pagos electrónicos en el país sigue siendo de alrededor del 25%, mientras que el resto se realiza en efectivo. «El efectivo sigue siendo el método predominante».
También destaca que hoy en día hay alrededor de 7 millones de negocios (formales e informales) en México, pero la mayoría solo acepta pagos en efectivo. En comparación, en Brasil, la penetración de los pagos electrónicos es del 57%, mientras que hace 10 años era similar a la actual de México.
Limitaciones
Cosío detalla que una limitación para los agregadores de pago son las reglas del juego, que están definidas por los bancos. Otra limitación son las altas tasas de intercambio.
«Vemos una buena intención por parte de los reguladores para actuar en beneficio de México (…) Lo que queremos lograr es un impulso adicional, similar al que generó la reforma financiera de 2014, pero necesitamos otro impulso para seguir avanzando y no quedarnos estancados», concluye.
Con información de El Economista | Nota original