El crecimiento del financiamiento automotriz en México, que alcanzó un 58.9% a nivel nacional, revela una tendencia hacia una mayor aceptación de créditos para la compra de vehículos nuevos. Es especialmente notorio en ocho estados, donde el uso del crédito superó el umbral del 70%, lo que se considera ideal para una economía saludable en este sector. Este porcentaje es como un termómetro que mide la confianza del consumidor en su capacidad económica futura, similar a cómo un jardinero confía en la previsión del tiempo para plantar semillas.
Puebla lidera este ranking con un impresionante 79% de compradores que optaron por financiamiento para adquirir vehículos nuevos, seguido por otros estados como Sonora y Tamaulipas. Este patrón refleja un paisaje diverso en el uso del crédito en el país, similar a cómo diferentes regiones pueden favorecer distintos cultivos según el clima y el suelo.
Guillermo Rosales Zárate de AMDA señaló que esta tendencia acerca a México al objetivo del 80% que se tenía antes de la pandemia, lo que indica una recuperación y una adaptación del mercado tras los desafíos recientes. Este panorama es como un bosque que se recupera lentamente después de un incendio, con nuevos brotes que emergen gradualmente.
Además, es interesante observar cómo los distintos tipos de vehículos muestran variaciones en los niveles de financiamiento. Por ejemplo, los autos compactos y las SUVs muestran mayores porcentajes de financiamiento, lo que refleja una preferencia por vehículos que ofrecen tanto eficiencia como versatilidad, similar a cómo un multitool se vuelve una herramienta indispensable en el kit de un aventurero.
En términos de plazos, la mayoría de los compradores optan por financiamientos a 60 meses para la mayoría de los vehículos, excepto para los de lujo y deportivos, que prefieren plazos más cortos de 36 meses. Esto sugiere que mientras más utilitario sea el vehículo, más largo es el compromiso financiero que los consumidores están dispuestos a asumir, similar a cómo uno invierte más tiempo en cultivar un árbol frutal que en plantas de ciclo corto.
Con información de El Economista | Nota original