Las instituciones financieras no bancarias en México enfrentan un panorama complejo al finalizar el sexenio actual. Los cambios en las políticas gubernamentales, especialmente en el ámbito de la banca de desarrollo, han reducido el acceso a financiamiento para estas entidades, lo que ha encarecido el crédito y generado incertidumbre en el sector.
Enrique Bojórquez, presidente de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), expresó su preocupación por la situación actual. Según Bojórquez, los intermediarios financieros no bancarios esperaban un cierre de sexenio más estable y con mejores condiciones para acceder a financiamiento. Sin embargo, la volatilidad económica y los cambios regulatorios han complicado la obtención de recursos.
Ante este escenario, las financieras no bancarias han puesto sus esperanzas en la entrada en vigor de las reformas a la Ley del Mercado de Valores y en la atracción de inversión extranjera. Se espera que estas medidas impulsen el crecimiento del sector y faciliten el acceso al financiamiento.
Además, los representantes de la AMFE han destacado la importancia de la innovación tecnológica como un motor para impulsar el financiamiento. Sin embargo, reconocen que la concreción de estas iniciativas dependerá de las políticas que implemente el nuevo gobierno.
En resumen, el cierre del sexenio ha dejado al sector de las financieras no bancarias en una situación de incertidumbre. Si bien los desafíos son importantes, las expectativas se centran en que las nuevas reformas y políticas gubernamentales puedan generar un entorno más favorable para el crecimiento y desarrollo de estas instituciones.