En el contexto de una economía global en desaceleración, México enfrenta desafíos significativos en materia de inflación y crecimiento económico para 2024. Patricia Krause, economista para América Latina en Coface Country Risk, advierte que la presión inflacionaria se mantendrá alta en el primer semestre del año, impulsada por un mayor gasto público y un fortalecimiento de los salarios reales. Esta situación dificulta la convergencia de la inflación hacia el objetivo del Banco de México.
Para 2024, se anticipa que la inflación anual en México será del 4%, ligeramente inferior al 4.6% registrado al cierre de 2023. El mercado laboral fuerte y las ganancias de los salarios reales son factores clave en este proceso de desinflación. A nivel regional, se observa una mejora en la inflación desde su pico en septiembre de 2022 hasta el 4.6% en diciembre de 2023, gracias en parte a las medidas de política monetaria implementadas por el Banco de México.
La economía mexicana se proyecta crecer un 2.5% en 2024, con posibles mejoras impulsadas por el nearshoring de empresas asiáticas y estadounidenses. México se espera que destaque en la región con un crecimiento superior al promedio. Sin embargo, existe el riesgo de cambios en la política exterior de Estados Unidos que podrían generar volatilidad e incertidumbre sobre el nearshoring hacia México.
La economía de América Latina, en general, se prevé que crezca a un ritmo del 1.6% este año, una moderación desde el 2.3% del año anterior. A pesar de los desafíos, México cuenta con ventajas competitivas, como su proximidad geográfica a Estados Unidos, que pueden ser clave para atraer inversiones y potenciar su crecimiento económico en un entorno global complejo.
Con información de El Economista | Nota original