En su empeño por lograr un acuerdo que asegure el respaldo en la Cámara de Diputados, el Gobierno de Chile ha optado por aceptar la propuesta de sectores políticos de centro que se consideran «no alineados», es decir, sin filiación clara ni con el oficialismo ni con la oposición, en cuanto a la distribución del 6% de cotización adicional.
Hace aproximadamente dos semanas, el presidente de la Democracia Cristiana (DC), Alberto Undurraga, respaldado también por algunos parlamentarios de Demócratas y el PdG, presentó una indicación para dividir el 6% en un 3% destinado a capitalización individual y otro 3% destinado al Seguro Social (solidaridad). En este sentido, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, desde La Moneda, confirmó que, por instrucción del presidente Gabriel Boric, «hemos aceptado la indicación presentada por un sector importante del centro político de nuestro país». La jefa de la cartera de Trabajo fue la encargada de anunciar esta distribución, especificando que el 3% destinado a la capitalización individual incluirá un componente intrageneracional.
En términos prácticos, esto significa que 2.1 puntos porcentuales irán directamente a cuentas individuales, mientras que para el 30% restante de los 3 puntos (0.9 puntos), habrá un componente de solidaridad intrageneracional. Respecto al 3% destinado al Seguro Social, se indicó que permitirá proporcionar una garantía de UF 0.1 por año cotizado. La ministra añadió: «Como hemos reiterado, este Seguro Social no es para otros, es para aquellos que, cotizando, no tienen pensiones suficientes para vivir».
Aunque la nueva fórmula adoptada por el Gobierno no logra obtener el respaldo total de la oposición, permite al Ejecutivo asegurarse algunos votos clave que podrían ser determinantes. La ministra Jara anticipó que espera que, la próxima semana, después de la revisión del proyecto de ley por la Comisión de Hacienda, se realice la votación en la Sala de la Cámara.
Además, hizo un llamado a los sectores políticos a sumarse a pesar de las diferencias, señalando: «La idea de legislar es fundamental para que pueda haber una reforma previsional en el país». En el contexto de la advertencia realizada por actores de la oposición sobre un posible rechazo a la idea de legislar, Jara recordó que eso implicaría que no se podría discutir dentro de un año, «y eso es algo que, dado el tiempo transcurrido, cerca de diez años, nos parece que sería muy difícil de comprender por la ciudadanía».
Con información de El Economista | Nota original