En cuanto a las remesas, México recibió un total de 63,313 millones de dólares, marcando un descenso del 7.6% con respecto al registro de 2022, pero estableciendo un nuevo récord según el Banco de México (Banxico).
Durante la última década, las entradas de divisas por remesas experimentaron un crecimiento constante, y se estima por analistas que para el presente año el país podría captar entre 66,000 y 68,000 millones de dólares.
La confirmación de estos resultados respalda las previsiones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien había anticipado que las remesas superarían los 63,000 millones de dólares. Banxico destacó que el flujo total durante 2023 superó la suma acumulada de doce meses hasta noviembre del año anterior, que fue de 63,202 millones de dólares.
A pesar de este logro, el crecimiento anual fue inferior al observado en 2022, cuando las remesas aumentaron un 12.08%, marcando el incremento más moderado desde el cierre de 2015. El 99% de los ingresos por remesas en 2023 se realizó mediante transferencias electrónicas, alcanzando los 62,649 millones de dólares, mientras que las realizadas en efectivo y money orders representaron el 0.8% y 0.2%, respectivamente.
En diciembre, las remesas registraron una entrada de 5,490 millones de dólares, un aumento anual del 2.1%. Aunque este resultado representa un retorno a niveles superiores a los cinco mil millones de dólares, noviembre había experimentado una disminución después de ocho meses en ese rango. No obstante, diciembre quedó por debajo del récord mensual de 5,818 millones de dólares alcanzado en octubre, con un aumento del 11.8% a tasa mensual.
En el mismo mes, las remesas enviadas por residentes en México al exterior registraron un incremento anual del 12.4%, alcanzando los 98 millones de dólares. Esto resultó en un superávit de cinco mil 391 millones de dólares en la cuenta de remesas de México con el resto del mundo, comparado con los cinco mil 292 millones de dólares de diciembre de 2022, según indicó Banxico.
Sin embargo, los analistas pronostican una desaceleración en el crecimiento de las remesas en los próximos meses, atribuyéndolo a la moderación de la actividad en Estados Unidos y la base elevada de remesas alcanzada. La apreciación del peso también impactó el poder adquisitivo de las remesas, con una contracción del 11.18% en el monto en pesos al cierre del año, su descenso más pronunciado desde 2009.
En términos de proporción con el Producto Interno Bruto (PIB), las remesas representaron el 3.55% en 2023, disminuyendo desde el máximo histórico del 3.99% en 2022. Esto se atribuye a la caída del valor del peso, que afectó el poder de compra de las remesas y resultó en una disminución del 4.8% en términos de moneda local.
A nivel estatal, Guanajuato lideró como receptor principal de remesas con 5,414 millones de dólares en 2023, experimentando un incremento del 7.1% respecto al año anterior. Michoacán y Jalisco ocuparon el segundo y tercer lugar, con 5,409 y 5,355 millones de dólares, con variaciones del 1.3% y una baja del 0.6%, respectivamente.
Banorte advierte que, aunque la mayoría de las entidades federativas experimentaron un aumento en el flujo de remesas en 2023, es probable que el crecimiento sea más moderado en comparación con años anteriores. También señalan riesgos, como la incertidumbre en el proceso electoral estadounidense y sus posibles implicaciones para los migrantes, destacando la creciente atención en la agenda política sobre temas de migración, seguridad fronteriza y comercio entre México y Estados Unidos.
Con información de El Financiero | Nota original