La prisa por encontrar alternativas de movilidad más sostenibles está provocando cambios rápidos en la industria. Aunque la electrificación era la preferida, otras opciones están cobrando fuerza entre los fabricantes de vehículos y sus proveedores.
Debido a la falta de infraestructura de recarga, fabricantes como Toyota y Honda están fortaleciendo sus líneas de vehículos híbridos y enchufables, que actualmente representan el 90% de las ventas de nuevas tecnologías, mientras que los vehículos eléctricos apenas constituyen el 10%.
Incluso empresas como BYD, que inicialmente anunciaron exclusivamente la llegada de vehículos eléctricos a México, están ampliando su oferta para incluir unidades híbridas enchufables, desde sedanes hasta camionetas pickup. En medio de este cambio hacia la descarbonización, algunos proveedores Tier 1 reconocen que la electrificación enfrenta desafíos. Por ejemplo, Nemak, que ha estado ampliando sus capacidades en vehículos eléctricos, ha notado una adopción «lenta» de la electrificación, resultando en pérdidas para la empresa mexicana.
En su último informe trimestral, Nemak reportó una disminución del 3.7% en sus ingresos entre enero y marzo de 2024, alcanzando los 1,211 millones de dólares.
Algunos proveedores han comenzado a ajustar sus estrategias de negocio. Bosch, empresa alemana que suministra al menos un componente para cada vehículo eléctrico en México, reconoce un mercado donde coexistirán diferentes tecnologías. Continúan desarrollando mejoras relacionadas con los motores de combustión interna.
Eduardo Watty, vicepresidente de ventas de soluciones de movilidad de Bosch en el país, menciona que cada mercado tendrá necesidades diferentes, ya sea híbridos, vehículos de combustión interna o eléctricos. Además de los híbridos y los vehículos eléctricos enchufables (PHEV), se están explorando alternativas como el hidrógeno, especialmente en vehículos pesados, aunque la implementación de esta tecnología requiere nueva infraestructura.
Empresas como Foton están probando en México el primer autobús de hidrógeno, mientras colaboran con proveedores de este insumo para desarrollar estaciones de recarga.
A pesar del objetivo de descarbonización, Eric Ramírez, director de Urban Science para América Latina, ve este proceso como una ruta con varias curvas en lugar de un camino directo. Además del hidrógeno, los híbridos y los PHEV, menciona el desarrollo de combustibles sintéticos para vehículos de combustión interna.
Ramírez también señala que algunas armadoras están reconsiderando su enfoque hacia los vehículos híbridos en lugar de comprometerse completamente con la electrificación, debido a una ligera desaceleración en el mercado de vehículos eléctricos en Estados Unidos y México.
Dos obstáculos clave desde la perspectiva del consumidor afectan la adopción de vehículos eléctricos: el tiempo de recarga, que puede durar entre seis y ocho horas en un cargador convencional, y el alcance limitado de autonomía, planteando preocupaciones legítimas para los usuarios.
Con información de Expansión | Nota original