La inflación en Estados Unidos subió a 3.5% este marzo, marcando un aumento de tres décimas que evidencia la dificultad de reducir la inflación al objetivo del 2% de la Reserva Federal (Fed). A pesar de las once alzas de tipos de interés desde marzo de 2022, este incremento interanual, junto con el sostenido en febrero, señala un desafío persistente en el control inflacionario, especialmente en sectores como vivienda y energía. Con la inflación subyacente también en alza, la Fed, bajo la dirección de Jerome Powell, anticipa la necesidad de mantener la cautela en la reducción de los tipos de interés, postergando cualquier ajuste hasta tener certeza de una disminución sostenida hacia el 2%. Este contexto, junto con un mercado laboral fuerte, sugiere un camino complejo hacia la estabilización económica, con implicaciones en las futuras decisiones de política monetaria.
Con información de El Economista | Nota original