La historia de supervivencia de los 16 jóvenes en los Andes, tras un accidente aéreo en 1972, ofrece lecciones valiosas para las organizaciones en términos de trabajo en equipo, resiliencia y humildad. Estos elementos fueron fundamentales para su supervivencia y son igualmente aplicables en el ámbito empresarial.
El documental de Netflix, «La Sociedad de la Nieve», muestra cómo estos jóvenes, principalmente jugadores de rugby y sus familiares, se enfrentaron a condiciones extremas tras el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya. La historia revela la importancia del liderazgo, la organización y el trabajo en equipo en situaciones de crisis.
La tragedia, ocurrida a más de 4,200 metros de altura, puso a prueba su capacidad para organizarse y colaborar eficazmente. Marcelo Pérez, el capitán del equipo, asumió un papel de liderazgo coordinando las tareas de supervivencia. Cada sobreviviente asumió un rol específico, desde la atención médica hasta la creación de instrumentos de supervivencia, lo que subraya la importancia de cada individuo en un equipo.
Después de 10 días, al enterarse por la radio de que las labores de rescate habían sido suspendidas, los jóvenes entendieron que su supervivencia dependía únicamente de ellos. A pesar de las circunstancias adversas, lograron sobrevivir 72 días antes de ser rescatados.
Carlitos Páez, uno de los sobrevivientes, enfatiza que la actitud proactiva y la capacidad de adaptación fueron clave. Según Páez, es esencial para las empresas ser «timones de su propio destino» y no esperar pasivamente por soluciones.
La resiliencia y el trabajo en equipo, junto con la humildad y el respeto por los roles de cada uno, fueron fundamentales para superar los desafíos. Estos principios, ilustrados por la experiencia de los sobrevivientes de los Andes, pueden inspirar a las organizaciones a enfrentar adversidades y a fomentar un entorno de colaboración y respeto mutuo.
Con información de El Economista | Nota original