El panorama económico para México en 2024 se proyecta positivo, con un crecimiento económico esperado de 2.3% según el consenso de expectativas recogido por la consultoría FocusEconomics. Este crecimiento no solo supera el promedio proyectado para América Latina, situado en 1.6%, sino que también marca el cuarto año consecutivo en que la economía mexicana muestra un dinamismo superior al de la región. Este desempeño es notable, especialmente en un contexto de moderación del crecimiento global y regional.
La revisión al alza en las expectativas de crecimiento, desde el 1.7% inicial en septiembre hasta el 2.3% actual, refleja un optimismo cauteloso sobre la economía mexicana, aunque queda por debajo de las estimaciones más optimistas del Banco de México y del Banco Mundial. La inflación, prevista en 4%, experimenta un leve ajuste al alza desde el 3.9% anterior, apuntando a un año en el que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) podría situarse dentro del objetivo de inflación del Banco de México por primera vez desde 2021.
Esta proyección de crecimiento, aunque representa una moderación respecto al 3.3% estimado para 2023, subraya la fortaleza relativa de México frente a un panorama económico global y regional más desafiante. La economía mexicana se beneficia de su estrecha relación con Estados Unidos, su principal socio comercial, que influye significativamente en las remesas y en las inversiones productivas. Además, México se está posicionando como un destino atractivo para el nearshoring, en el contexto de relocalización de empresas que buscan acercar sus cadenas de producción a Estados Unidos, lo que podría impulsar aún más su economía.
El informe también señala expectativas de recortes en la tasa de interés, con un consenso de mercado que anticipa una reducción de 200 puntos base, llevando la tasa al 9.16% para finales de año. Esta expectativa de relajación monetaria refleja una confianza en la capacidad del Banco de México para manejar la inflación, al tiempo que apoya el crecimiento económico.
Con información de El Economista | Nota original