El mercado laboral en Estados Unidos ha demostrado una fortaleza notable en enero, superando las expectativas con una significativa creación de empleo, a pesar de enfrentarse a altas tasas de interés. Este resultado positivo destaca la resiliencia de la economía estadounidense, con la adición de 353,000 puestos de trabajo en el mes, superando los 333,000 ajustados de diciembre. La tasa de desempleo se mantuvo estable en 3.7%, un indicador de la continua robustez del mercado laboral.
Además, se observó un incremento en los salarios mayor al anticipado, con un aumento del 0.6% con respecto al mes anterior, lo que representa un crecimiento anualizado del 4.5%. Este incremento en los ingresos subraya la presión ascendente sobre los salarios, lo cual es un factor importante en el contexto de las discusiones sobre la inflación y las políticas monetarias.
El desglose sectorial del crecimiento del empleo reveló que los servicios profesionales y de negocios, la salud y el comercio minorista fueron los sectores más beneficiados, mientras que la minería y la industria de extracción de petróleo y gas experimentaron una reducción en la cantidad de puestos de trabajo. Este patrón sectorial refleja las dinámicas cambiantes de la economía estadounidense y las áreas que están liderando la recuperación y adaptación a las condiciones actuales del mercado.
La solidez del mercado laboral no solo tiene implicaciones económicas sino también políticas, especialmente en un año electoral donde el presidente Joe Biden buscará la reelección. La resiliencia del empleo y el crecimiento salarial pueden jugar a su favor, al ser indicadores clave de la salud económica percibida por los votantes. Además, el desempeño positivo del mercado laboral contribuye a sostener el consumo y el crecimiento económico, aspectos cruciales para la estabilidad y la confianza tanto de los consumidores como de los inversores.
Con información de El Economista | Nota original