México atrajo 2,737 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa (IED) en la industria de la minería en los tres primeros trimestres de 2023, el máximo monto para un periodo igual en la última década, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
Ese monto es el doble (+110%) en comparación con el del mismo lapso del año previo y 4.7% mayor frente al correspondiente en 2021, cuando se registró el anterior pico desde 2014.
Enrique Rodríguez del Bosque, socio fundador de RB México Law-Abogados, indicó que la reforma minera vigente desde mayo pasado afecta sobre todo a proyectos nuevos, pero no a las operaciones que ya están en curso.
Sobre ello, puso como ejemplo que una empresa que ya invirtió 1,500 millones de dólares en una instalación minera, puede invertir sin mayor problema otros 500 millones de dólares en ampliar las operaciones ahí.
Estadísticas de la Cámara Minera de México (Camimex) muestran que del total de la inversión en el sector minero-metalúrgico en el país, 47% fue de origen nacional en 2022, mientras que 21% provino de Canadá, 14% de Estados Unidos y el restante 8% de otros países.
Coyunturalmente, la tendencia sobre el flujo de inversiones toma relevancia luego de que el gobierno federal endureció las regulaciones para las operaciones de las minas en cuanto al uso del agua, el impacto al medioambiente y la duración de las concesiones.
En un reciente informe, el Departamento de Comercio de Estados Unidos señaló que la inversión en la industria minera de México previsiblemente se desacelerará en 2023 debido a la reforma a la ley minera.
La presencia estadounidense en la industria minera de México incluye 32 empresas, encabezadas por Newmont y Coeur Mining, que tienen operaciones e importantes inversiones en el país.
La nueva reforma minera endurece los permisos de extracción de agua y reduce la duración máxima de las concesiones de 50 a 30 años, al tiempo que permite a las autoridades cancelar las concesiones si las minas no están operando dentro de dos años.
El presidente Andrés Manuel López Obrador no ha otorgado ninguna nueva concesión minera desde que asumió la Presidencia en 2018, aunque sí ha honrado las otorgadas antes de su administración.
En términos generales, Rodríguez del Bosque no es partidario de la nueva reforma minera, pero consideró que México sigue siendo uno de los países más seguros para invertir. “Dentro de las desgracias que pasan en América Latina, México es la menos mala”, agregó en referencia al clima de negocios de la minería. “México tiene una estabilidad económica, política y jurídica mejor que, por ejemplo, Chile y Perú”.
Rodríguez del Bosque comentó que hay “una cantidad impresionante” de amparos contra la nueva reforma minera, de los cuales entre 60 y 70% se promovieron por empresas mexicanas con IED, lo que refleja que no están de acuerdo con los cambios legales.
En 2022, la inversión en el sector minero-metalúrgico ascendió a 5,265 millones de dólares, un monto 9.5% mayor con respecto al año anterior, en gran parte debido a las inversiones en ampliaciones y en proyectos mineros en desarrollo, en construcción y puestos en marcha con presupuestos previamente autorizados.
Del total de la IED que llegó a México de enero a septiembre del año en curso, destacó la dirigida a la minería de minerales metálicos (2,146 millones de dólares) y a servicios relacionados con la minería (573.6 millones). En México, la minería es un sector esencial de la economía nacional, abastece a más de 70 sectores productivos. Además, es un pilar para el bienestar y calidad de vida de 696 comunidades ubicadas en 212 municipios del país.
Con información de: El Economista || Nota original aquí.