En una transitada calle de São Paulo, Brasil, una persona en situación de calle aprovecha el tráfico nocturno para pedir ayuda económica a los automovilistas varados. La peculiaridad es que ofrece la opción de donar mediante Pix, un sistema de pagos instantáneos, mostrando su código en una cartulina para que puedan hacerle la transferencia desde sus teléfonos celulares.
Cerca de ahí, en la Avenida Paulista, una de las principales arterias de la ciudad que alberga centros financieros, comerciales y culturales, es común ver puestos ambulantes de comida, similares a los de tamales y churros en la Ciudad de México. La mayoría de estos puestos cuentan con Terminales Punto de Venta para pagos con tarjeta de crédito o débito, principalmente contactless, y también aceptan Pix.
En los restaurantes, bares y tiendas de esta emblemática avenida, así como en otras partes de la ciudad y el país, es raro ver dinero en efectivo en circulación.
Esta situación ejemplifica el exitoso modelo brasileño de pagos electrónicos instantáneos, liderado por Pix. Lanzado en 2020 por el Banco Central de Brasil (BCB), este sistema ha posicionado al país a la vanguardia de los pagos sin efectivo a nivel mundial.
Según el BCB, aproximadamente 150 millones de personas y 14 millones de empresas utilizan Pix en Brasil. El sistema procesa un promedio de 200 millones de transacciones diarias. Solo en abril, se realizaron 4,900 millones de operaciones.
El 60% de todos los pagos en el país
David Vélez, fundador y director de Nubank, una de las principales instituciones que facilita transacciones con Pix, destaca que Pix es el sistema de pago más grande de Brasil. «Ya no es débito, ya no es crédito, ya no son las transacciones interbancarias. Creo que representa más o menos 60% de todos los pagos del país», señala.
¿Qué se puede hacer con Pix?
Los objetivos de Pix, según información compartida en un evento de Nubank, incluyen reducir los costos de las transacciones, mejorar la seguridad y la experiencia del usuario, aumentar la competencia y promover la inclusión financiera.
Actualmente, Pix permite pagos de persona a persona, de persona a empresas, y de empresas a empresas, así como pagos domiciliados. En 2024, se planea introducir pagos offline, Pix automáticos y, eventualmente, Pix internacional.
¿Cómo funciona?
La experiencia de usar Pix es sencilla y rápida. Por ejemplo, al hacer la compra en un supermercado, se elige pagar con Pix. Aparece un código QR en la pantalla, que el comprador escanea con la cámara de su celular, acepta la transacción y en segundos el pago está hecho.
La clave del éxito: obligatoriedad de adopción
El éxito del sistema Pix en Brasil se debe en gran parte a la regulación del BCB, que obligó a las instituciones financieras a ofrecerlo de manera visible, fácil, gratuita e intuitiva. «El regulador fue muy inteligente y tomó varias decisiones: primero la adopción obligatoria y no voluntaria; además, se aseguró de que el ícono estuviera en la primera parte de la app y que el servicio fuera gratuito para fomentar la adopción», comenta Vélez.
Añade que esta regulación estaba enfocada en crear un producto accesible y funcional que pusiera al cliente en el centro de la estrategia, fomentando la competencia en el sistema financiero a través de un mandato claro y efectivo.
Con información de El Economista | Nota original