En mayo, México registró una pérdida neta de 25,203 empleos formales, la mayor caída desde la crisis financiera de 2009, excluyendo el impacto del año 2020 debido a la pandemia. Este retroceso en el empleo se atribuye a la desaceleración económica y a la cautela empresarial durante el proceso electoral.
La creación de empleo en los primeros cinco meses de 2024 fue la más baja en cuatro años, con 324,613 nuevas plazas, un 33.8% menos que en el mismo período de 2023. Esto llevó el total de empleos formales en el país a 22,349,999 en mayo, con un crecimiento anual del 2.2%, el más bajo desde abril de 2021.
Analistas atribuyen la caída del empleo a la desaceleración económica y a la cautela empresarial ante el proceso electoral y anticipan un panorama poco alentador para la creación de empleo en el futuro cercano. Prevén un crecimiento del empleo por debajo del 3.6% registrado en 2023, con Citibanamex pronosticando un crecimiento del 2.6% para todo el año.
Para 2025, se espera una consolidación fiscal que podría ralentizar aún más la creación de empleo. Los sectores de transporte y comunicaciones, comercio, construcción y servicios sociales y comunales registraron los mayores crecimientos, mientras que la pérdida de empleo se observó principalmente en el sector agropecuario y en la industria extractiva.
La pérdida de plazas de empleo se concentró en los trabajos temporales, mientras que los empleos permanentes registraron un aumento. Este fenómeno sugiere una transición de empleos eventuales a permanentes o una mayor estabilidad en los empleos existentes.
En resumen, la pérdida significativa de empleo en mayo refleja la incertidumbre económica y política en México, con repercusiones a corto y largo plazo en el mercado laboral del país.