El peso mexicano cerró la semana con una notable fortaleza, apreciándose más de 1% frente al dólar estadounidense. Esta ganancia se produce en un contexto de mejores expectativas económicas a nivel global, impulsadas principalmente por una moderación de la inflación en Estados Unidos.
Los datos publicados este viernes sobre el Índice de Precios de Consumo Personal (PCE), la medida de inflación preferida por la Reserva Federal (Fed), mostraron una desaceleración en la tasa de crecimiento. Esto ha reforzado las expectativas del mercado de que la Fed podría reducir las tasas de interés en su próxima reunión, lo que a su vez debilita al dólar y fortalece a otras monedas, como el peso mexicano.
«El enfriamiento de la inflación en Estados Unidos es una señal positiva para los mercados emergentes, ya que reduce la probabilidad de un endurecimiento monetario más agresivo por parte de la Fed», comentó [nombre de analista o institución financiera].
Esta apreciación del peso mexicano se ve reflejada en el tipo de cambio, que se ubicó en [precio del dólar] al cierre de la sesión. Sin embargo, es importante destacar que la volatilidad en los mercados financieros puede generar fluctuaciones en el corto plazo.
En el mercado de dinero, los rendimientos de los bonos a largo plazo en Estados Unidos mostraron una tendencia a la baja, lo que también contribuyó a la fortaleza del peso mexicano. Por otro lado, el índice dólar, que mide la fortaleza del billete verde frente a una cesta de monedas, registró una ligera disminución.