Este lunes, los mercados asiáticos experimentaron un leve descenso, reflejando la incertidumbre que persiste en la economía china. En Hong Kong, el índice de referencia cayó cerca del 2%, mientras que las acciones de New World Development Co. se desplomaron un 14% tras anunciar su primera pérdida anual en más de dos décadas. A pesar de estos movimientos, el peso mexicano se mantuvo estable, operando en 19.73 unidades por dólar. Este comportamiento del peso destaca en un contexto de cautela global, donde los inversionistas siguen atentos a las políticas monetarias de los principales bancos centrales y a la reforma del Poder Judicial en México.
En China, los intentos por revitalizar su economía no han tenido el efecto esperado, con múltiples estímulos fallidos para reactivar el crecimiento en medio de una prolongada crisis inmobiliaria. A pesar de un inesperado aumento en los datos de manufactura de Caixin China, el mercado no mostró una reacción positiva debido a la contracción continua del sector fabril chino, que lleva cuatro meses consecutivos en descenso. Carlos Casanova, economista senior de Asia en Union Bancaire Privée, expresó su preocupación por la situación económica en China, señalando la falta de margen de maniobra para implementar estímulos significativos como los que se vieron en 2009.
Mientras tanto, en Estados Unidos, el S&P 500 mostró signos de volatilidad tras cerrar en positivo el viernes, con expectativas de posibles recortes de tasas por parte de la Reserva Federal en septiembre. A nivel global, septiembre es conocido por su volatilidad en los mercados financieros, y este año no parece ser la excepción. Los inversionistas están atentos a los datos de empleo de Estados Unidos que se publicarán a finales de la semana, los cuales podrían influir en la decisión de la Fed sobre futuros recortes de tasas. Mientras tanto, el peso mexicano se mantiene resiliente, resistiendo la presión de los mercados internacionales y la incertidumbre económica global.