Mercados en verde este jueves -Ibex 35, CAC 40, DAX…-, con los inversores muy pendientes de los datos que vamos conociendo y que pueden marcar la tendencia de política monetaria de los bancos centrales en las próximas reuniones.
Chris Iggo director de Inversiones (CIO) de AXA (EPA:AXAF) IM, señala que “los rendimientos de los bonos subyacentes han vuelto al nivel de la primera mitad de la primera década del nuevo milenio, y existen paralelismos con la situación de 2006-2007, la última vez que los tipos se mantuvieron altos durante un largo periodo de tiempo. Pero las diferencias son quizá más importantes. El crecimiento mundial es más débil y la confianza se ha visto mermada por la pandemia y las crisis energéticas».
«Desde que la Reserva Federal (Fed) subió los tipos hasta lo que muchos creen que será el máximo, los mercados han ofrecido rentabilidades negativas, en contraste con lo ocurrido en 2006. Ese periodo acabó mal -tras más de tres años de política de halcones- con la crisis financiera mundial de 2008. Puede que haya argumentos para que los bancos centrales bajen los tipos pronto, antes de que sea demasiado tarde», añade Iggo.
«Existen posibles factores desencadenantes de un gran aversión al riesgo y un repunte de la renta fija. La posibilidad de un cierre del Gobierno estadounidense afectaría a la demanda agregada, así como a la confianza de las empresas y los hogares. Podría producirse una espiral descendente de la actividad», afirma este experto.
Para Iggo, «el actual endurecimiento de las condiciones financieras (aumento de los rendimientos de los bonos, endurecimiento del dólar y debilitamiento de las cotizaciones bursátiles) podría acelerar el impacto del endurecimiento en curso sobre las partes vulnerables de la economía».
«El mercado laboral aún no parece debilitarse -al menos según las cifras del Gobierno-, pero la Reserva Federal recortó los tipos en septiembre de 2007, cuando la tasa de desempleo aún estaba muy cerca de su mínimo cíclico y el crecimiento de las nóminas no agrícolas había seguido siendo positivo (aunque las revisiones posteriores mostraron que las nóminas cayeron en julio y agosto de 2007)», apunta Iggo.
«Es difícil no llegar a la conclusión de que este ciclo podría terminar con una fuerte ralentización del crecimiento e incluso con una recesión. Tal escenario beneficiaría a los activos percibidos como ‘seguros’ -incluso si EE.UU. sufre otra rebaja de calificación- y los mercados de high yield y de renta variable podrían experimentar algunas pérdidas significativas. Además, el desempleo aumentaría y el nivel de vida se vería aún más afectado. La actual evolución de los precios de mercado sugiere que las cosas no están del todo bien y que la política monetaria debe dar un giro», concluye el experto de AXA IM.
Con información de: Investing.com | Nota original