Ayer, dos reguladores financieros estadounidenses propusieron conjuntamente nuevas normativas para combatir el lavado de dinero, que requieren que los asesores de fondos documenten la identidad de sus clientes, como parte de un esfuerzo más amplio para evitar la entrada de fondos ilícitos en el sector de la inversión.
Estas nuevas normas fueron propuestas por la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) y la Red de Lucha contra los Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro.
En febrero pasado, FinCEN propuso que los asesores de inversiones implementen programas contra el lavado de dinero y que los profesionales del sector inmobiliario reporten transacciones sospechosas.
La nueva normativa se aplica a los asesores de inversiones registrados en la SEC y a aquellos asesores de fondos exentos de registro debido a la naturaleza y volumen de los fondos de sus clientes. No se aplica a los asesores registrados a nivel estatal, ya que se considera que presentan un menor riesgo de financiamiento ilícito, según informó un funcionario del Tesoro a los medios ayer.
En un contexto más amplio, Washington está intensificando los controles sobre el sistema financiero para proteger las cuentas bancarias estadounidenses y Wall Street de la influencia de adversarios, especialmente en medio de conflictos en Europa, Oriente Próximo y otras regiones.
La propuesta presentada el lunes sigue a una evaluación de riesgos realizada este año por el Tesoro de Estados Unidos, que encontró un aumento en las transferencias financieras sospechosas asociadas tanto con asesores de inversiones registrados como exentos.
Sin embargo, la propuesta no fue unánime. Mark Uyeda, miembro republicano de la SEC, expresó su desacuerdo, argumentando que los reguladores deberían haber definido primero el alcance de los servicios de los asesores de inversión cubiertos por la Ley de Secreto Bancario, una ley clave en la lucha contra el lavado de dinero. En una declaración, Uyeda elogió los objetivos de la propuesta, pero planteó dudas sobre si imponer cargas adicionales a los asesores de inversión contribuirá significativamente a esos esfuerzos.
Con información de El Economista | Nota original