En una medida para intensificar la presión económica sobre Rusia, Estados Unidos anunció sanciones contra más de 30 bancos rusos. Estas restricciones buscan limitar el acceso de estas instituciones al sistema financiero internacional y debilitar la capacidad de Rusia para financiar su esfuerzo militar en Ucrania.
La acción, que incluye el bloqueo de activos y restricciones a transacciones financieras, es parte de una estrategia coordinada con aliados occidentales. Estas sanciones tienen como objetivo reducir la influencia económica rusa y destacar el rechazo internacional a la agresión en Ucrania.
Aunque Rusia ha implementado medidas para mitigar el impacto de las sanciones previas, expertos señalan que estas nuevas restricciones podrían generar presiones adicionales en su economía, especialmente en el sector bancario. Por su parte, Washington reafirma su compromiso de seguir apoyando a Ucrania en su resistencia.