En respuesta a la fuerte presión ejercida por el gremio magisterial, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha optado por retirar la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). La decisión llega luego de la oposición de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que había manifestado su descontento ante el posible impacto en las cuotas laborales de los docentes.
El magisterio había alertado que la propuesta podría traducirse en un aumento en sus aportaciones, afectando sus ingresos. Ante el descontento y las movilizaciones organizadas por la CNTE, el Gobierno federal decidió dar marcha atrás en la iniciativa, buscando evitar un mayor conflicto con el sector educativo.
Además del retiro de la reforma, la administración de Sheinbaum anunció medidas para beneficiar a los trabajadores de la educación, entre ellas, la cancelación de deudas relacionadas con vivienda y el impulso a la construcción de nuevos hogares para el sector.
A pesar de este logro, la CNTE mantiene su llamado a un paro nacional de 72 horas, con el fin de continuar el diálogo con las autoridades y plantear nuevas exigencias. Entre sus principales demandas se encuentra la eliminación definitiva de la reforma de 2007 y la recuperación del sistema de pensiones previo a esa modificación.
El gobierno de Sheinbaum ha manifestado su apertura al diálogo y su disposición para atender las preocupaciones del magisterio. Sin embargo, el conflicto con la CNTE aún no está resuelto, y se espera que las negociaciones continúen en los próximos días.
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