En un movimiento decisivo contra la corrupción, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la remoción de cinco funcionarios de alto nivel en la empresa estatal Birmex, encargada de la distribución de medicamentos. Entre los destituidos se encuentra el director general, Iván Olmos, quien fue relevado tras detectarse serias irregularidades financieras.
Según las investigaciones realizadas, se identificaron sobreprecios superiores a los 13 mil millones de pesos en adquisiciones realizadas por la institución. La mandataria subrayó que estos excesos no fueron errores administrativos, sino que se derivaron de posibles actos de colusión con proveedores privados.
La gravedad del caso llevó a la administración federal a tomar acciones inmediatas para evitar mayores daños al erario y garantizar la transparencia en el sistema de salud pública. Esta situación resalta la necesidad de fortalecer los mecanismos de control en las empresas estatales, especialmente en sectores tan sensibles como el farmacéutico.
El nuevo encargado de dirigir Birmex es Carlos Ulloa, quien se desempeñaba previamente en funciones administrativas dentro del gobierno. Sheinbaum expresó su confianza en que Ulloa podrá encabezar un proceso de reestructuración que devuelva credibilidad a la institución.
Birmex ha sido una pieza clave en el abastecimiento de medicamentos y vacunas, especialmente durante emergencias sanitarias. Sin embargo, los recientes hallazgos comprometen su imagen y su operatividad. La presidenta aseguró que este será un punto de inflexión para reforzar la vigilancia sobre los contratos y procesos internos de la empresa.
Finalmente, Sheinbaum recalcó que su gobierno mantendrá una postura firme frente a cualquier práctica deshonesta dentro del sector público. “No habrá impunidad”, declaró al presentar los resultados de la auditoría interna que llevó a estas destituciones.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en El País. Para leer la nota original, visita: elpais.com
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