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Trump, bajo presión: su estrategia arancelaria no da resultados

La política de aranceles impulsada por Donald Trump no logró reducir el déficit comercial, lo que ha debilitado su posición frente a más de 75 países en nuevas negociaciones.

El presidente estadounidense, Donald Trump, enfrenta un complejo escenario comercial luego de que su estrategia de aranceles generalizados no lograra los resultados esperados. A pesar de haber implementado fuertes medidas proteccionistas, el déficit comercial de Estados Unidos cerró 2024 en 1,2 billones de dólares, una cifra que ha generado cuestionamientos sobre la efectividad de su enfoque económico.

Ante esta situación, la administración Trump ha iniciado un proceso de negociaciones con más de 75 países, con el objetivo de restablecer la confianza y ajustar las relaciones comerciales bilaterales. Sin embargo, la retirada parcial de algunos aranceles —motivada por presiones de los mercados financieros— ha debilitado la posición de Estados Unidos en estas conversaciones.

La falta de consistencia en la aplicación de los aranceles ha sido uno de los principales focos de crítica. Analistas señalan que la volatilidad en las decisiones del gobierno ha provocado incertidumbre entre los socios comerciales, afectando tanto las inversiones como la planeación a largo plazo de empresas que dependen del comercio internacional.

Uno de los mayores desafíos en este contexto es la relación con China, un socio estratégico pero también un competidor directo. La dependencia estadounidense de productos esenciales provenientes del gigante asiático ha complicado aún más las negociaciones, pues los aranceles han afectado también a industrias locales que requieren insumos importados.

El impacto político de esta situación también se ha hecho notar. Algunos legisladores y sectores industriales han cuestionado el costo de la política arancelaria, argumentando que no ha fortalecido a la economía estadounidense como se prometió, sino que ha generado tensiones y pérdidas para sectores clave.

Mientras tanto, las expectativas sobre el futuro de la política comercial estadounidense siguen divididas. Algunos defensores del proteccionismo consideran que las medidas fueron necesarias para marcar un cambio, aunque otros insisten en que se necesita una estrategia más clara, coherente y menos reactiva para fortalecer la competitividad global del país.

Fuente original: Esta nota fue elaborada a partir de información publicada en El País. Puedes consultar la nota original aquí.

El contenido ha sido parafraseado con el propósito de informar. Todos los derechos del texto pertenecen a su autor original.

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