La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de incluir a los cárteles de la droga en la lista de organizaciones terroristas ha generado preocupación entre expertos legales, quienes advierten sobre un mayor riesgo de procesos penales para empresas estadounidenses en Latinoamérica y migrantes que buscan cruzar la frontera.
El 19 de febrero, el Departamento de Estado de EE.UU. catalogó como organizaciones terroristas globales al Cártel de Sinaloa, al Tren de Aragua y a otros seis grupos criminales. Esta medida se enmarca dentro de una estrategia más estricta del Gobierno republicano contra el narcotráfico y la migración ilegal, al considerar que estas organizaciones contribuyen a la crisis de drogas y el cruce irregular de personas hacia territorio estadounidense.
Un memorando del 5 de febrero, emitido antes de la designación oficial, señalaba que la medida permitiría al Departamento de Justicia acusar a los líderes de estos cárteles de terrorismo. La fiscal general Pam Bondi respaldó esta decisión, indicando que ampliaría las herramientas legales para procesar a estos grupos.
Seis expertos legales consultados por Reuters afirmaron que esta clasificación podría también afectar a empresas estadounidenses que operan en Latinoamérica y a migrantes que recurren a los cárteles para cruzar la frontera. Bajo la legislación penal de EE.UU., cualquier transacción con una organización terrorista podría ser motivo de enjuiciamiento.
Hasta el momento, ni el Departamento de Justicia ni la Casa Blanca han emitido comentarios sobre el impacto de esta medida. Asimismo, no se han reportado procesamientos de empresas bajo esta nueva designación en la primera semana de su implementación.
Sin embargo, exfiscales han advertido que las empresas con presencia en zonas controladas por el crimen organizado en México podrían enfrentar cargos si realizan pagos a estos grupos por seguridad o protección. En el pasado, muchas empresas han denunciado presiones para realizar estos pagos, lo que podría ponerlas en riesgo de sanciones legales ahora que estas organizaciones son oficialmente consideradas terroristas.
La clasificación de los cárteles como grupos terroristas podría redefinir la estrategia de seguridad de Estados Unidos en la región y plantear nuevos desafíos tanto para el sector privado como para los migrantes que buscan llegar al país.
Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en [EL ECONOMISTA]. Para leer la nota original, visita: [Designación de cárteles como terroristas afectará a las empresas que paguen «cobro de piso»
El contenido ha sido parafraseado con el propósito de informar. Todos los derechos del texto original pertenecen a [EL ECONOMISTA] y a su autor